Descripción
El germen del Archivo Lafuente se remonta a los años ochenta,
época en la que José María Lafuente inició una colección de arte que iría
creciendo con la incorporación de obras de pintores y escultores españoles, a
los que se sumaron gradualmente algunas piezas de artistas internacionales. En
la práctica de su actividad como coleccionista de arte, Lafuente constató
enseguida de primera mano la ausencia de archivos privados o institucionales en
España que ofreciesen acceso a las fuentes de documentación originales, la
«información primaria» sobre la que se argumentan los desarrollos del arte a lo
largo del pasado siglo. En torno al 2002, su actitud y sus intereses como
coleccionista experimentaron un cambio de perspectiva importante, gracias al
cual, el Archivo Lafuente cobraría su verdadero impulso fundacional. En esta
transformación resultó determinante la adquisición de los legados documentales
de dos personajes de relevancia en la escena cultural española de la segunda
mitad del siglo xx.